La postal perdida

Me has cobijado con tus lagrimas tiernas, 
me acaricias cada noche con la luna y tu nariz..
con tus risas tejo un álbum en mi cabeza de colores
y cuando en la mente no tengo nada por hacer 
me gusta memorizar cada nube que grabaste junto a mí, 
es la forma perfecta de guardar las mejores memorias
en un cofre vintage de recortes de papel
que vale lo que que cuesta un boleto de regreso
al lugar de las ventanas que no conocen el tono gris.

esperando OCTUBRE

Que pasa cuando una noche de octubre se envuelve de gris y no para de llover? cuando tienes que decidir si ver en tu cielo azul cobalto las estrellas recordandote los detalles o la luna que plena de luz reconforta tu frío.. qué harías para decidirlo?
Si al final ambas invocan el mismo azul universal que igual está aquí que allá, que cubre a las estrellas extendiéndose hasta donde ellas vayan para que ni una se pierda de entrar en esa bufanda bordada y titilen a nuestros ojos, la misma que busca su tono exacto para que cuando se encuentre con la luna se produzca una explosión cromática que hacernos perder en el misterioso infinito..

No se trata de hacernos menos sensibles, si ambos ejemplos de astros están ahí no es para competir entre ellos por nuestra alegría, de qué le serviría ganar la gloria a uno si pierde con quien compartirla?..

Yo que por tanto tiempo los he buscado con mis pupilas en la misma dirección no entiendo cómo ahora imaginarme no volver a ver a alguno y no porque no tenga un consentido, sino porque sé muy bien que cuando ese astro su fin haya conseguido no tendrá su mismo esplendor que cuando lo hubo compartido..